El sol brillando y yo ciego
Reflexión/ Autor desconocido
EL SOL BRILLANDO…¡Y YO CIEGO! Estas palabras me las comentó hace muchos años un cieguito en un parque de Los Angeles, donde yo, como joven, me senté a pasar las horas del día sintiéndome muy triste y solo. El cieguito, ya muy anciano, se entretenía en dar de comer a las palomas y entablamos conversación.
Le comenté hasta cierto punto algo de lo que estaba sintiendo y el ancianito me preguntó:
¿Has visto lo lindo que brilla el sol?
Sin darme cuenta quien me hablaba no podía ver, le contesté:
En realidad ni me había fijado.
El anciano me contestó:
“ EL SOL BRILLANDO Y TU CIEGO…”
Han pasado muchos años de aquel encuentro y muchos años para darme cuenta que muchas veces vamos por la vida “CIEGOS”. Nos levantamos con el “PROBLEMA” y caminamos todo el día con el “PROBLEMA” y el sol y la vida brillando a nuestro alrededor y no lo vemos.
No permitas que pase tu día sin mirar aquello hermoso que te rodea. No pierdas ni un minuto más oscureciendo tu vida y la de otros a tu alrededor. Todos tenemos problemas, pero recuerda que éstos son nuestra oportunidad para aprender y crecer.
QUE NO PASE UN DIA MÁS DONDE TERMINES DICIENDO:
“EL SOL BRILLANDO…¡Y YO CIEGO!”
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Esta reflexión nos enseña que debemos valorar todo aquello que damos por sentado. Muchas veces vamos viviendo en automático, metidos de cabeza en los problemas, y las preocupaciones, esto no nos permiten ver más allá y ser conscientes de todos los privilegios y bendiciones que nos rodean.
Le prestamos más atención al lado equivocado de la situación. Debemos aprender a disfrutar nuestro momento presente, apreciar y agradecer las pequeñas y grandes cosas que nos ofrece la vida.
Las situaciones negativas nos traen enseñanzas, estos nos permite crecer y aprender. La mejor manera de resolver los conflictos es buscar soluciones. Práctica vivir tu momento presente.
A veces estamos tan ciegos que no nos damos cuenta que el sol brilla ante nuestros ojos.